Un día, Olatz me pidió para su nuevo y espectacular estudio en la Calle Freixa 42, un cuadro para la pared que el aquel momento, estaba vacía . Durante años y cambiando de estudios, le ha estado acompañando, en sus alegrías, en sus buenos trabajos y también por supuesto en los malos momentos que también tenemos que pasar. Octavia , que es como se llama este cuadro , la observa y la mira animándola a seguir luchando como siempre a hecho mi inquieta amiga. Hay cuadros que te transmiten muchas buenas sensaciones y este es uno de ellos. Gracias amiga.