Aquí está de nuevo, regalándome su fruto sin esperar nada a cambio. Un milagro que repite desde hace tres años. No me canso de salir a mirarlo, limpiar sus hojas y alegrarme de su fortaleza.
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El abuelo de mi padre
Recogiendo mi escritorio, he encontrado esta antigua foto fechada sobre 1879, (no se ven muy bien los números), del que fue el abuelo de mi padre. Se le ve con una mirada clara y penetrante, dura en su ojo izquierdo y amable en el derecho, y a un hombre con carácter. Hacerse un retrato en aquellos tiempos no debía ser muy sencillo. Me ha echo ilusión reencontrarme con él, aunque no lo conocí, claro.
Petirrojos en la terraza
Cuando nieva y estamos en el apartamento, los pájaros de la zona lo saben y se acercan a la terraza a esperar las migas de pan que solemos ponerles. No fallan, hay un viejo mirlo que se coloca al acecho, el primero, luego vienen petirrojos y lavanderas, todos en orden y concierto. Un maravilloso espectáculo que la naturaleza nos regala a pesar de ser tan ingratos con ella.
Este ejemplar de petirrojo ha sido esta vez, el primero de la fila.
Anaïs Nin
Estos dieciséis relatos de Anaïs, cuando tenía unos escasos 25 años, ha sido el descubrimiento de este mes. Cada uno te sorprende y todos son diferentes, aunque escritos con la misma maestría. Un libro que se lee con esa satisfacción que se siente, cuando el autor está tan cerca de tus sentimientos. Una pequeña joya.
Arce
Nuestro pequeño arce ya está brotando de nuevo, la llegada de la primavera lo va a llenar de hermosas hojas verdes. Es un consuelo para la vista y un recordatorio que todo pasa y todo llega. Feliz con su rebrote.
RUSIA
No sé cuando dejaré de a ver a Rusia así, es una pena, pero la incomprensión para este pueblo de ajedrez, vodka, coros, ballet, escritores, músicos, campesinos y estepa, se está agrandando cada día que pasa. Sé que los gobernantes no son el pueblo, pero están allí porque los han dejado, por miedo, por ignorancia, por lo que sea, pero la realidad es que se están haciendo insufribles. Ya no me gustan sus coros de cosacos, ya no miro sus partidas de ajedrez, el ballet de Bolshoi me da igual y ya ni siquiera escucho a Feodor Chaliapin. Se me pasará, pero me va a costar. Mientras escribo, siguen cayendo sus bombas en un país libre que intentan destruir antes de ocuparlo.
Nunca fui amante de la ceremonia de los Oscar.
Y no entendí, a no ser que fueras adolescente, la fiebre por verlos a altas horas de la noche y preguntarte al día siguiente, con las ojeras remarcadas , que qué te habían parecido. Eran los premios de una industria que ellos mismos se daban y se repartían entre vestidos de gala y pajaritas. Las películas eran otra cosa. Este año no ha faltado nuestro ilustre comunista Barden, vestido para la ocasión , eso sí, de camisa negra, menos formal y saboreando las mieles del capitalismo más salvaje, sin rechistar. Lo que sí parece que ha faltado bastante ha sido la lucha de un pueblo contra la barbarie comunista de Rusia, un minuto de silencio por aquí, un lazo azul por allá, solo Sean Penn se ha distanciado y ha puesto las cosas en su sitio. Una pena, pero que me refuerza mi sana costumbre de no seguir despierto para ver año tras año, una más que aburrida entrega de premios.
Rusofobia
Al ver este yate atracado en el puerto de Barcelona, pude sentir lo que se llama rusofobia. Donde están los rusos europeos? En qué embajada se están encadenando ? . Si no reaccionan, la rusofobia por desgracia, se extenderá, porque no se entiende sabiendo lo que está pasando, que no hagan nada.
Ucrania, 25 días de guerra
No hacen falta palabras para saber quién es el agresor y quién es el agredido. 🇺🇦
Olatz y Miguel
Olatz y Miguel se casaban y me pidieron un cuadro para su nueva casa, para su dormitorio, un encargo que me llenó de ilusión porque siempre es bonito saber en que manos va a estar tu trabajo, tu energía, el tiempo y el cariño invertidos en él, y no podía estar en mejor sitio. Este cuadro tiene también una historia increíble, un extraño plagio que Olatz descubrió en una feria del mueble de Valencia. Había una reproducción casi igual a la venta, me mando la foto y no había duda, pero, ¿como lo habían copiado si era tan personal y no había salido de su dormitorio?, la explicación estaba en las páginas de esta revista de Nuevo Estilo y lo mas gracioso es que descubrimos que la había copiado invertida, la foto de la revista estaba colocada al revés, las piernas hacia la izquierda cuando el cuadro las tiene hacia la derecha . Alucinante, pero no fue el único plagio que he tenido que sufrir.
Boceto del cuadro y estudio de color.
foto del la revista colocada invertida.